Franco y los pingüinos de su muerte

20 de noviembre de 1975, el reloj de cada español marca las 4.58 de la madrugada. En ese momento los telégrafos comienzan a recibir un teletipo de la agencia Europa Press que se introducía fugaz como un rayo en todas las redacciones de prensa con una sola frase, que se repetía tres veces: "Franco ha muerto. Franco ha muerto. Franco ha muerto". Esta noticia era confirmada por Radio Nacional de España a las 6:10 de la mañana. La historia de España comenzaba a escribir en una nueva página.

           El dictador Francisco Franco falleció tras 32 días de enfermedad, y moría a cámara lenta de la misma forma que lo hizo su régimen. Toda España era consciente de que Franco se estaba muriendo,  más aún a partir del 3 de noviembre cuando el parte médico, que era firmado por los veinticuatro especialistas que conformaban el "equipo habitual", informó que había sido intervenido en un improvisado quirófano en El Pardo. Pasaron cuatro días después de que Franco fuera trasladado a la Residencia Sanitaria La Paz, donde aún le quedaban 2 semanas de vida. 

            Al ser una muerte prácticamente esperada durante varias semanas daba suficientemente tiempo para que el pueblo hiciera uso de las tradiciones populares de la conjetura y el chascarrillo. Hasta nuestros días ha llegado una historia peculiar que bien pudiera ser cierta o no. Existe la leyenda que el régimen habría decidido ofrecer a sus afectos una señal vía televisión para que conocieran casi in situ y antes que nadie el momento del fallecimiento del Caudillo Francisco Franco. Esta señal no sería otra que un documental de Pingüinos en Televisión Española. Ante lo inverosímil de la leyenda, muchas personas afirmaban la veracidad de esta historia de pingüinos cuando la serie de televisión Cuéntame como Pasó retransmitía en su novena temporada el Capítulo Los pingüinos del invicto Caudillo situándose en el escenario de un Madrid el día 19 de Noviembre previo a la muerte de Franco y haciéndose eco de esta singular historia.


        Una de las primeras teorías que sale a relucir para desmontar esta historia de Pingüinos es que TVE española en esos años aún no retransmitía programación nocturna. Parece ser que la programación de la cadena empezaba a media mañana y cesaba en la tarde para volver a emitir de noche, aunque no lo hacía de madrugada. Pero parece ser que puntualmente en circunstancias excepcionales la parrilla de la cadena si tenia contenido.

         En el reportaje del Diario El País "25 años después de Franco" con motivo del cuarto de siglo de la muerte del dictador encontramos testimonios como el del historiador Ricardo de la Cierva, en el que comenta que se enteraba del fallecimiento un día antes de que muriese. Ya que mientras se encontraba el 19N a las nueve de la noche en el hotel Velázquez con varias personas, entre ellos Manuel Fraga Iribarne, llegó a la cita el ministro José Solís, que venía del hospital de La Paz. Solís y le comunicó que desde las siete o las siete y cuarto de ese día, 19 de noviembre, el encefalograma de Franco ya era plano y se le mantenía la respiración artificialmente y por tanto, se podía anunciar su muerte. El 19 de noviembre, continuaba Ricardo de la Cierva, "después de reunirme con Fraga y Solís, regresé a casa, se lo comuniqué a mi esposa y nos pusimos a ver la tele esperando la noticia. Era la famosa noche en que la televisión dio muchos documentales de osos polares, naturaleza y pingüinos".

         Más esclarecedor parece el testimonio del director de cine Emilio Martínez Lázaro (Amo tu cama rica, Carreteras secundarias). En esa época trabajaba precisamente en Televisión Española, relatando que tenía información privilegiada. Los propios directivos de televisión, gente afecta al régimen, le informaban por los pasillos de todos los tubos que le iban poniendo. Los documentales aquellos que ponían de madrugada le parecían entonces de lo más gracioso. Uno se titulaba "Es duro ser pingüino".


      Aunque esta historia de Franco y del documental de pingüinos parece demostrar su veracidad parcial ya que posiblemente esa noche se emitió el documental, no se puede confirmar que en realidad anunciara la muerte del Caudillo. Una de las explicaciones mas convincentes que circulan pudiera ser que tras formarse en la calle el rumor de la retransmisión del documental de pingüinos tras la muerte de Franco, este chascarrillo llegara a oídos del director de RTVE en aquel entonces Sancho Rof, un político próximo a Suárez y Calvo Sotelo que participaría en alguno de los primeros gobiernos de UCD, u otro directivo de la cadena que en el momento en el que la muerte de Franco ya estaba más que confirmada, mandaran emitir el ya famoso documental de Pingüinos.