31 de octubre de 2011

La Cibeles, diosa del Atletico de Madrid en el pasado

      Leyendo una vez un artículo de Chema G. Fuente en Mundo Deportivo Cibeles soñó con ser rojiblanca, conocí una historia cuanto menos curiosa y sorprendente que nos hace ver como las cosas ahora pueden ser muy diferentes a como lo fueron en el pasado. Ahora en los tiempos que corren, al pasear por la capital de España y vemos a la diosa Cibeles, en seguida la asociamos al Real Madrid y sus títulos. A mi siempre me viene a la cabeza la imagen de Raul Gónzalez colocandole la bufanda tras ganar la Copa de Europa. Misma sensación ocurre al llegar a Neptuno, emplazamiento en que los recuerdos cambian de color y aparecen los seguidores rojiblancos del Atlético de Madrid celebrando un doblete o concentrándose tras un descenso, y es que los atléticos son así, siempre están a las buenas y a las malas.


      Pero parece ser que la Diosa Cibeles no siempre escogió el color blanco para vestirse de gala. Allá por los años 80, década en la que el Atlético de Madrid ganó una Copa del Rey y una Supercopa, con subcampeonato de la Recopa de Europa incluido, los aficionados rojiblancos festejaron sus alegrías en la diosa que posteriormente fué madridista. Esto supuso una novedad ya que hasta la fecha no se tenía normalmente por costumbre acudir a un emplazamiento concreto "cuasioficial", aunque se tiene constancia por ejemplo en la Recopa de Europa conseguida por el Atlético de Madrid en el año 1962, que en la sede social del club por entonces en la madrileña calle barquillo, se produjo un encuentro de hinchas tras la consecución del título. La cuestión es que hasta épocas recientes y lejos de las manifestaciones multitudinarias actuales de euforia colectiva, las celebraciones de los títulos se producían en el ámbito privado del propio club y de sus jugadores, directiva y empleados. 

      Este hecho no iba a pasar desapercibido para los seguidores del Real Madrid, que desde el año 1985 hasta 1990 consiguieron cinco campeonatos de Liga consecutivos, una Copa del Rey, y un par de Copas de la Uefa, e imitaron a sus vecinos colchoneros en acudir a la diosa Cibeles a ofrecer sus victorias. Este hecho debió de no agradar demasiado en su momento a la parroquia atlética, una afición sufrida pero sobre todo auténtica, y que seguramente no estaba por la labor de compartir alegrías con su máximo enemigo.


      La afición del Atlético de Madrid bajó por primera vez el Paseo del Prado hacia Neptuno en junio de 1991, llenando de colorido rojiblanco la fuente del dios del Mar, tras vencer al Mallorca en la final de la Copa del Rey por 1-0. Un año después, en 1992, el Atlético de Madrid volvió a hacerse con la Copa en una final en la que los Futre, Schuster y compañía doblegaron al Real Madrid de la Quinta del Buitre en el Bernabeu por 2-0. En ese momento unos 15.000 seguidores rojiblancos se agolparon en Neptuno, siendo una de las mas recordadas para la afición del Atlético de Madrid. 

      Tan solo cuatro años mas tarde se produjo el mayor éxito de la historia rojiblanca con el histórico 'Doblete' de Liga y Copa con el serbio Radomir Antic como entrenador, venciendo en la Copa del Rey al Barcelona en La Romareda con el gol de Milinko Pantic, y en liga en aquel partido en el Vicente Calderón ante el Albacete. En ese momento se concentraron 30.000 fieles colchoneros. Las últimas visitas del Atlético de Madrid a Neptuno correspondieron al ascenso tras un par de añitos en el infierno, y al Doblete Europeo del año 2010 en el que los rojiblancos brillaron en Europa tras imponerse en la primera edición de la Europa League en una final ante el Fulham inglés, y posteriormente en la Supercopa de Europa ante el Inter de Milán heredado de Mourinho.

      El año pasado el dios Neptuno volvió a sentirse grande y dejó de mirar con recelo avenída arriba, en donde la diosa Cibeles algo más saciada de triunfos, no recuerda como un día borró el color rojo de su mitad y se pasó al bando antagonista de quien un día la acogío como símbolo de sus victorias.




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